La venta por sensaciones. Las técnicas de venta han evolucionado mucho a lo largo del tiempo. Los mayores cambios se comenzaron a producir especialmente con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial, momento en el que la tendencia era la venta por inercia. Desde mediados del siglo XX se comenzaron a crear departamentos comerciales, que se encargaban en exclusiva de potenciar las ventas.
Actualmente, estamos inmersos en la investigación en estrategias de marketing enfocadas a descubrir necesidades en el consumidor.
En los últimos años, los usuarios disponen de toda la información a su alcance, pueden comparar productos y acceder por Internet al comercio más remoto. Así las cosas, ¿qué es lo que puede ayudar al consumidor a decantarse por comprar en un establecimiento u otro? la respuesta está en las sensaciones.
La venta por sensaciones. GENERAR UNA EXPERIENCIA INTERESANTE
La clave para llegar al comprador se encuentra en crear una sensación de experiencia emocionante. Hoy día se venden emociones, sentimientos, sensaciones. Es lo que conocemos como marketing emocional.
La publicidad actual ya no se basa en destacar los beneficios de los productos. Una de las principales razones para ello es que, gracias a los avances tecnológicos, la mayoría de productos de una misma línea son muy similares en ventajas. Por tanto, hay que buscar una alternativa para posicionarse en la mente del consumidor y llegar hasta él.
Pensemos en una tienda de ferretería industrial. La maquinaria que pueden encontrar nuestros clientes está disponible en otros comercios e, incluso, puede comprar en una ferretería online. Si queremos atraer la atención del cliente a nuestro establecimiento nuestras acciones de marketing deben enfocarse hacia lo emocional, de manera que ese cliente perciba que con nosotros se cumplen sus expectativas y aspiraciones internas relacionadas con el hecho en sí de la compra.
Para llegar al corazón de nuestro público hay que generar una relación que juegue con lo afectivo más que con lo racional. la mejor forma de conseguirlo es saber cómo piensa, qué siente y qué sensaciones son importantes para él. Es decir, se trata sobre todo de que obtenga placer y bienestar en el hecho de comprar en nuestro establecimiento, generando una conexión emocional con el consumidor.
Si queremos crear una experiencia positiva en el cliente, tenemos que crear buenas sensaciones, hacerle sentir especial y único. Es la mejor forma de fidelizarlo. Pero esta actitud debe ser una constante en los canales de comunicación que utilicemos, ya sea en el comercio, en Internet o a través de los comerciales.
Una experiencia negativa en el cliente perjudica a nuestra empresa mucho más que hayamos conseguido ganar con una decena de experiencias positivas.
Fuente de la imagen: Free digital photos
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